MÚSICA INDÍGENA DE LOS ALTOS
DE CHIAPAS
La música indígena de los Altos de Chiapas, México,
que en si misma es mayormente profana, se liga en su practica
con su actividad religiosa y se interpreta en las actividades
o festividades que tienen este carácter. Esta dualidad
se explica porque la actividad religiosa cumple con un propósito
múltiple en la vida indígena.
Las
fiestas, con un motivo religioso, el de rendir homenaje a una
imagen en su fiesta titular; sirven también para reunir
a la gente usualmente dispersa en los parajes para establecer
entre ellos relaciones personales y familiares, para comerciar,
discutir y divertirse. Estas funciones sociales y de convivencia
también están en la música.
Esta
tiene como objetivo primordial el rendir adoración al santo
y con este propósito se organiza, pero al mismo tiempo
proporciona diversión, oportunidad de lucimiento y de adquirir
fama y prestigio, lo que se traduce en reconocimiento y respeto
por parte de la comunidad. Solo teniendo presente esta complejidad
se puede explicar como tienen lugar los bailes zapateados acompañados
por marimba ante una imagen religiosa.
En
este ámbito tienen lugar los tres tipos de música
dos de ellos a cargo de músicos indígenas, la música
de alientos y percusiones y la música de cuerdas; el otro
queda e manos de interpretes mestizos que forma conjuntos de marimba.
MÚSICA DE ALIENTOS Y PERCUSIONES
En ella intervienen, formando diversas combinaciones: flautas
de carrizos (pitos) de tres perforaciones y en varios gruesos,
cornetas sin llaves y tambores, básicamente de doble parche
en diferentes tamaños.
Los
indicios que música e instrumentos de este tipo proporcionan,
hacen pensar que se derivan de modelos hispánicos.
Por
su misma naturaleza, este género tiene un carácter
casi ritual. Su uso mas frecuente se liga a las festividades,
en ellas los músicos tocan todo el día en el atrio,
tanto como homenaje a la imagen como publico anuncio de la fiesta.
También
se le utiliza con cierta frecuencia para acompañar las
procesiones exteriores, así como para acompañar
danzas y comparsas en las festividades mayores como el carnaval
y la semana santa. Una de las características formales
de este tipo de música es la aparición de segmentos
arrítmicos en que los interpretes improvisan.
MÚSICA DE CUERDAS
En
este tipo de música intervienen, también en diferentes
combinaciones, un arpa de entre veinte y treinta cerdas, una guitarra
de diez o doce cuerdas afinadas en par o pares y un violín.
Todos
los instrumentos son de fabricación local y su hechura
constituye una vieja tradición artesana en la que sobresale
la gente de San Juan Chamula.
Por
sus propósitos ésta música tiene mas variedad,
su uso principal es el de la adoración religiosa a través
de los cantos de alabanzas o rogativas que se entonan frente a
los altares en que se colocan las imágenes.
También
se utiliza para acompañar danzas como la del bolonchón
o tigre, comparsas y desfiles.
Por
ultimo, tienen propósito profano que hace referencia a
la vida cotidiana y estilos de canto de las comunidades.
Independientemente
de su propósito, este género se ajusta a un solo
patrón rítmico y melódico con un reducido
numero de variantes.
Esta
uniformidad se compensa con el talento de los interpretes, que
introducen variantes improvisadas como el falsete en el canto
y la combinación irregular entre versos y música.
Así, cada interpretación ofrece algo nuevo e inesperado,
no como accidente sino como característica general del
género ya que es vital.
Aunque
obviamente el acordeón no es un instrumento de cuerda,
su uso debe de asimilarse a este género, ya que se utiliza
para sustituir cualquier instrumento de cuerda y principalmente
el arpa. Su introducción parece relativamente reciente
y su difusión pudiera explicarse por varias razones: su
posesión otorga prestigio, su transporte es mas sencillo
y su interpretación no ofrece tantas dificultades.
Tras
algunas dudas se asimiló a este género el ejemplo
de la violineta u organillo de boca recoplado entre los tojolabales.
Sus características profanas como el carácter del
interprete, que debe de ser un joven soltero, y el propósito
de expresar estados de animo, fueron los determinantes de esta
asimilación. La presencia de la música de solteros
parece ser excepcional y limitada a los tojolabales de la altiplanicie.
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Autor : Fidel
Rojas Hernandez
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